Con algunas propuestas y muchas chicanas, se realizó el primer debate presidencial

El primero en ingresar al debate realizado en el Forum de Santiago del Estero fue el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, y fue seguido por Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), Sergio Massa (Unión por la Patria) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad).
Si bien todos fueron recibos con aplausos continuos desde la irrupción de Milei hasta el ingreso final de Bregman, la intensidad de los mismos se intensificó con la aparición en escena de Bullrich, que llegó al lugar con su esposo, Guillermo Yanco, su equipo de campaña, gobernadores electos de JxC y referentes del espacio.

El tópico económico se llevó lo mejor de la primera parte del debate por la utilización, casi en su totalidad, de los cinco derechos a réplica (es el caso de Massa y Milei) con los que contaban los candidatos para los tres ejes temáticos (el tercero fue «Derechos Humanos y Convivencia Democrática»).

Uno de los mejores se dio en el inicio con la interpelación de Bregman a Milei: «No es un león, es un gatito mimoso del poder económico».

La arremetida de la aspirante a la Casa Rosada de la Izquierda suscitó risas contenidas en varias filas de los invitados, que estuvieron distribuidos en grupos, pero de forma dispersa en el lugar.

Sin embargo, el uso excesivo en el eje temático más picante del recurso dispuesto por la Cámara Nacional Electoral (CNE) -teniendo en cuenta el presente macroeconómico de la Argentina- se agotó rápido y planchó el debate hasta el momento de las preguntas cruzadas, ya finalizas las exposiciones pautadas.

El capítulo educativo no alteró en lo más mínimo el ambiente como sí pasó en el económico, más allá de algún dardo de Bullrich a Massa mencionando al ex presidente Domingo Faustino Sarmiento.

El propio Schiaretti se limitó a delinear una serie de propuestas, algo similar a lo que intentó hacer su compañero de fórmula, Florencio Randazzo, en el debate de vicepresidentes días atrás.

De hecho, Massa apuntó contra Milei casi al finalizar su exposición de dos minutos. El titular del Palacio de Hacienda aseguró que el libertario pretende que los estudiantes lleven un arma de fuego a los establecimientos educativos, a diferencia suya que -en sus palabras- aspira a «que lleven una notebook».

El último de los ejes temáticos, Derechos Humanos y Convivencia Democrática, que fue elegido por la ciudadanía, terminó de agotar las instancias de derechos a réplicas.

Bullrich, por ejemplo, realizó una autocrítica por su pasado en la izquierda peronista y deslizó un guiño a la institución militar, agenda que venía monopolizada por la compañera de fórmula de Milei, Victoria Villarruel.

Uno de los momentos de mayor tensión se sintió durante la exposición de Milei. «No fueron 30.000», lanzó sobre la cifra de los desaparecidos durante la última dictadura, previo a predicar una definición sobre el liberalismo. Tras su afirmación, Massa y Schiaretti lo miraron fijamente, mientras Bullrich bebía agua.

A su turno, Bregman disertó durante sus minutos y finalizó ratificando la cifra y desde la tribuna se escuchó: «¡Presentes!».

La Izquierda y los libertarios venían de cruzarse en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery y de compartir el vuelo comercial de Aerolíneas Argentinas que los trasladó a la capital santiagueña el sábado pasado.

Las preguntas cruzadas revitalizaron el debate sobre el final.

Uno de los momentos más interesantes fue cuando Massa le pidió a Milei que se se disculpara con el Papa Francisco. El economista respondió: «Yo había pedido perdón por eso y no tengo problemas en pedir perdón si me equivoco».
«Y dije que si el Papa quería venir, se lo iba a respetar no sólo como jefe de Estado sino como líder de la Iglesia católica», continuó Milei. En esa línea, el libertario le retrucó a Massa: «Dejá de chicanear. Dedicate a bajar la inflación y terminá tu Gobierno de manera decorosa».

Massa también chicaneó a Bullrich y le agradeció por haberle dado la «satisfacción más grande de devolver a los jubilados el 13 por ciento» que ella había descontado durante su paso por la gestión de la Alianza.

Por su parte, la ex ministra de Seguridad cargó contra Milei y su propuesta de eliminar el Banco Central y lo acusó de querer transformar a la Argentina en un «paraíso fiscal» y agregó con respecto al sistema de vouchers, también bandera de campaña del libertario: «Andá con los vouchers a la Puna, donde hay una sola escuela».

Los minutos finales de cada candidato fueron utilizados para pedir el voto a los ciudadanos. Los saludos finales vislumbraron la tensión con la que se terminó. En los pasillos del FORUM, invitados se preguntaron -y se preguntan- si Milei y Massa se dieron la mano, o no