Horacio Poggi: “Por otro 17”
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“Allegados al presidente Alberto Fernández afirman que dará un giro copernicano a los fines de neutralizar un estallido económico social que lo obligue a no cumplir con su mandato constitucional.
Ha demostrado que es capaz de salvar su pellejo hipotecando el futuro del país. La estafa que representa su rendición incondicional con los bonistas externos puso de manifiesto la naturaleza de un presidente vicario al servicio de la impunidad de la vicepresidenta.
Lo dijimos: era “acuerdo o helicóptero”. La conducción política real del gobierno se encuentra en el Instituto Patria y no en Balcarce 50.
Los ingentes esfuerzos del periodismo mercenario dan paupérrimos resultados. Cada vez la mayoría argentina se convence más de que Alberto es Cristina.
Ninguna diferencia sustancial los separa. Es mando y obediencia debida. Ella manda y él obedece. Por eso, en reiteradas ocasiones, transmite la imagen de un comentarista de los hechos de gobierno. Porque las decisiones se toman en otra parte.
El giro presidencial –en caso de concretarse- aventará el peligro de libanización que se cierne sobre el horizonte de corto plazo e implicará ejecutar un ajustazo impredecible.
Bank of America, uno de los dos asesores del Gobierno en el canje junto con el HSBC, proyecta una caída del PBI del 13,5% este año y una recuperación del 7,5% en 2021; un déficit de 7,5% y 3,5% del PBI; y una inflación anual del 38,5 y el 40 por ciento, respectivamente.
De confirmarse este pronóstico, el kirchnerismo podría mantener su carácter competitivo en las elecciones de renovación legislativa del próximo año. Aunque un ajustazo de esas proporciones sellaría la suerte electoral de cualquier partido, tratándose del kirchnerismo nunca se sabe. Sus militantes salieron a reivindicar la claudicación ante los bonistas en nombre de la soberanía financiera y van a militar las exigencias fondomonetaristas sin pestañear. Siempre la culpa será de Macri.
La versatilidad ideológica del relato oficial es proporcional al grado de cinismo de sus jefes. Pero los cinco puntos de gasto público que se acumularon por la cuarentena fracasada, habrá que liquidarlos si –verdaderamente- la administración federal se propone frenar la emisión descontrolada y la inflación galopante.
Mientras tanto, se autorizó aumentar los combustibles, la telefonía celular e internet. Asimismo, también está decidido el descongelamiento de las tarifas de los servicios públicos que comenzaría a regir en el primer trimestre de 2021.
Vienen tiempos complejos que la hojarasca propagandística se empecina en ocultar con mentiras y relato. El 17 de agosto volverán a flamear las banderas sanmartinianas en las calles y plazas de la Argentina. Nuestras banderas. Será otro 17. Republicano”.
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