Para describir la situación, y vislumbrar el futuro, nada mejor que un eufemismo: “me hicieron la jugada más fea de la política, que encima vino de mis adversarios ocasionales. Vino de mi propio espacio y eso fue una gran decepción. Hay dirigentes del PRO que no quiero volver a ver, no me sentaría ni a tomar un café, nunca más”, aseguró el senador Juan Carlos Marino, mientras se reconstruye tras el agitado 2018-2019, en el que cayó víctima del entramado de la AFI macrista, acusado de un abuso sexual bien armadito. El caso lo sacó de la cancha por un tiempo, pero las filtraciones -siempre hablando de política- destaparon una olla maloliente y ahora se posiciona nuevamente como una figura de peso, y esta vez bien volcado a pleno en la UCR: “Voy a seguir en la política y con más fuerza que nunca. Soy un tipo orgánico y haré siempre lo que decida mi partido, pero Cambiemos fue el espacio que generó el episodio más doloroso de mi carrera, de mi vida, con semejante operación. Me decepcionaron”, dijo tajante.

La pandemia complicó los planes inmediatos de Marino. Hoy, como uno de los querellantes contra el espionaje de Mauricio Macri, e integrando una lista a la que se suma hasta María Eugenia Vidal, para el pampeano la cuestión del aislamiento lo tiene lejos de Buenos Aires, y hasta le complica la labor a su abogado. En ese sentido, el legislador nacional explicó que “si bien Claudio Calabressi (su letrado) tiene un poder para realizar la presentación, se debe hacer en el Juzgado de Dolores y aún no la ha concretado dado que no puede viajar por la cuarentena”, contó. A la vez, el senador tampoco ha viajando a Buenos Aires porque el regreso implicaría 14 días de aislamiento en la provincia,

“El tema del aislamiento es un problema. Si viajo al regreso tengo que cumplirlo, como lo hizo hasta el gobernador Sergio Ziliotto. La verdad es que debería estar en Buenos Aires y más allá de esta presentación, porque se complica también mi tarea como legislador, es un limitante, pero hay que cumplirlo”, señaló.

Si bien Marino había sido desvinculado por la justicia de la denuncia de acoso, o abuso, en dos instancias, el panorama se clarificó aún más recientemente, cuando quedó vinculado con la causa de espionaje ilegal de la AFI macrista, en la que se filtraron audios donde se explicaba que la denuncia era una operación para evitar que se presentara como candidato a gobernador. Eso, inmediatamente, lo pone ahora como uno de los querellantes contra el macrismo. Y con un agravante: el pampeano presidía encima la comisión de Inteligencia del Senado.

“Tengo una mezcla de sensaciones, por un lado el dolor profundo de lo que tuve que vivir y por el otro la satisfacción de que se haya conocido toda la verdad, principalmente por mi familia, colaboradores y amigos, que son los que más padecieron conmigo”, agregó. También se mostró alarmado por el accionar del espía Alan Ruiz, que antes de entrar al servicio de Patricia Bullrich espiaba para el ex ministro pampeno Juan Carlos Tierno, sosteniendo que “se trató de lo más bajo que se puede hacer en política”.

La causa del espionaje fue la gota que rebasó el vaso para Marino respecto a la alianza que integró en los últimos años: “me siento defraudado por Cambiemos. Pensar que el radicalismo discutía si ir en alianza con Sergio Massa o Mauricio Macri,y en Gualecuaychú se decidió por el PRO entonces acompañé, como corresponde, pero no quiero saber nada con el PRO”, esa es la verdad, sostuvo.